La mala alimentación está directamente relacionada con la prevalencia de la mayoría de enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer. Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, una tercera parte de los cánceres que se producen se podrían evitar, ya que es un porcentaje directamente relacionado con nuestro estilo de vida… Por qué nos cuesta tanto cambiar nuestros hábitos? ¿No es motivo más que suficiente para motivarnos a mejorar? Nuestra mejor arma es la prevención así que toma nota de nuestros consejos:
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y hortalizas ya que tienen un efecto protector debido a su alto contenido vitamínico-mineral, en fitoquímicos y antioxidantes. Tenemos que consumir, al menos, cinco raciones diarias, así que la fruta debe ser nuestro principal tentempié y las verduras y hortalizas tienen que constituir el “grueso” de nuestro plato tanto en la comida como en la cena.
- También es importante dar preferencia en nuestra dieta a otros alimentos de origen vegetal como las legumbres y los cereales integrales.
- Por el contrario, es recomendable limitar los alimentos de origen animal, sobre todo los fiambres, embutidos y los derivados cárnicos procesados como salchichas, hamburguesas, etc.
- En general, dar preferencia a los alimentos “de verdad”, poco procesados o mínimamente procesados (etiquetas cortas con pocos ingredientes y conocidos) y limitar los productos más procesados (etiquetas largas con muchos ingredientes y que la mayoría de ellos no los conoce ni quien los fabrica), como precocinados, dulces, bollería, pastelería, galletería, snacks....
- Controlar el aporte de sal. La Organización Mundial de la Salud advierte que no deberíamos pasarnos de cinco gramos de sal al día, y la media de la población española está en el doble de esa cantidad. El problema no es la sal que utilizamos para cocinar, aunque si eres consciente de que “se te va la mano” es importante que intentes echar un poco el freno, sino la sal añadida de muchos productos procesados de consumo habitual: conservas, embutidos, quesos, aperitivos de bolsa, productos procesados,...
- Evitar las bebidas alcohólicas, en este sentido la recomendación es “cuanto menos mejor” y me refiero a cualquier tipo de bebida alcohólica, incluído el vino y la cerveza... Bebe agua!!
- Y con respecto a otros hábitos de vida, además de los alimentarios, es fundamental, si lo haces, dejar de fumar, y moverse más!! Si no practicas ejercicio físico, al menos empieza a caminar a buen ritmo 30 minutos diarios.
Para escuchar mi participación en Audio Espacio Onda Cero Consejos Saludables con Frutas Nieves, hablando de este tema, pincha aquí.
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