Comer fuera de casa no tiene por qué ser sinónimo de comer mucho y mal, ni de comer de forma poco saludable, simplemente tenemos que ser un poco más conscientes de nuestros actos y decisiones en lugar de dejarnos llevar por el primer impulso que pasa por nuestra cabeza. Para ello, aquí os dejamos unos sencillos consejos que os pueden ayudar:
- Tómate un tentempié a media mañana para no llegar al restaurante con un montón de hambre, ya que así tendemos a hacer elecciones más contundentes y calóricas.
- Equilibra tu menú dando preferencia a verduras y hortalizas, que no falten en tu comida, o bien como primer plato o como guarnición del segundo.
- Evita los fritos, rebozados y los platos que lleven salsas muy elaboradas.
- Elige pan preferiblemente integral… No está prohibido!!, pero intenta no tomártelo antes de que llegue la comida.
- Que el agua sea tu bebida de elección, no hay nada más saludable!!
- Como postre intenta optar por fruta fresca o yogur, y en el caso de que no te resistas a otro tipo de postre lo mejor es compartir. De todos modos, no es obligatorio tomar postre con lo cual podemos pasar directamente al café o infusión.
- Disfruta del momento con calma, para que funcione el mecanismo de la saciedad, así podrás controlar mejor el tamaño de las raciones que ingieres y no comer más de lo que necesitas que es algo que se produce con mucha frecuencia.
Escribir comentario